“Es más fácil engañar a las personas que convencerlas de que han sido engañadas”

Desconocido
Este post ha sido traducido desde el post original “How Technology is Hijacking Your Mind — from a Magician and Google Design Ethicist” escrito por Tristan Harris.

Tiempo estimado de lectura: 12 Minutos.

Soy un experto en cómo la tecnología secuestra nuestras vulnerabilidades psicológicas. Es por eso que pase los últimos tres años como un Diseñador Ético en Google, preocupado por cómo diseñar cosas que de alguna manera eviten que la mente de billones de personas sean secuestradas.

Cuando usamos la tecnología, a menudo tenemos un foco optimista sobre todas las cosas que hace por nosotros. Pero quiero mostrarte dónde podría hacer lo contrario.

¿Donde la tecnología explota las debilidades de nuestras mentes?

Aprendí a pensar de esta manera cuando era un mago. Los magos comienzan buscando puntos ciegos, bordes, vulnerabilidades y limites en la percepción de las personas, entonces pueden influir en lo que hacen las personas sin que se den cuenta. Una vez que sabes como presionar los botónes de las personas, puedes tocarlos como un piano.

Ese soy yo haciendo un juego de magia en la fiesta de cumpleaños de mi madre.

Y esto es exactamente lo que los diseñadores de productos le hacen a tu mente. Ellos juegan con tus vulnerabilidades psicológicas (consciente e inconscientemente) y las ocupan contra ti en la carrera de capturar tu atención.

Quiero mostrarte como ellos lo hacen.

Secuestro #1: Si tu controlas el Menú, Tu controlas las opciones

La cultura occidental se basa en ideales de elección individual y la libertad. Millones de nosotros defendemos ferozmente nuestros derecho a tomar elecciones “libres”, mientras ignoramos cómo esas elecciones son manipuladas desde arriba por Menús que no elegimos en primer lugar.

Esto es exactamente lo que hacen los magos. Dan a las personas una ilusión de una libre elección mientras diseñan el menú con el que ganaran, sin importar cual sea tu opción. No puedo enfatizar lo suficiente lo profundo que es este conocimiento.

Cuando las personas toman un menú con opciones, raramente preguntan:

  • “¿Qué no esta en el menú?”
  • “¿Por qué me dan estas opciones y no otras?”
  • “¿Conozco los objetivos de quien me entrega el menú?”
  • “¿Este menú me empodera para mi necesidad original, o estas opciones son realmente una distracción?” (Por ejemplo: La abrumadora variedad de pastas de dientes.)
¿Que tanto me empordera este menú de opciones para mi necesidad?, Me quede sin pasta de dientes?

Por ejemplo, imagina que saliste con tus amigos un Martes por la noche y quieres continuar la conversación en otro lugar. Abres la aplicación Yelp para encontrar recomendaciones cercanas y vez una lista de bares. El grupo se convierte en un grupo de rostros mirando sus teléfonos comparando los bares. Examinan las fotos de cada uno, comparan los tragos y cocteles. ¿Sigue siendo relevante este menú para el deseo original del grupo?

No es que los bares no sean una buena opción, es que Yelp sustituyó la pregunta original del grupo (“¿A dónde podemos ir para seguir conversando?”) con una pregunta diferente (“¿Qué es un bar con buenas fotos de cócteles?”) dando forma al menú.

Además, el grupo cae en la ilusión de que el menú de Yelp representa un conjunto completo de opciones sobre dónde ir. Mientras el grupo mira sus teléfonos, no ven el parque al otro lado de la calle con una banda tocando música en vivo. Pierden la galería emergente al otro lado de la calle que sirve crepes y café. Ninguno de estos lugares aparecen en el menú de Yelp.

Yelp reformula sutilmente la necesidad del grupo “¿A dónde podemos ir para seguir conversando?” En términos de fotos de cócteles servidos.

Cuantas más opciones nos brinde la tecnología en casi todos los ámbitos de nuestras vidas (información, eventos, lugares a donde ir, amigos, citas, trabajos) – Más asumiremos que nuestro teléfono siempre es el menú mas poderoso y útil para elegir. ¿Lo es?

El menú “más poderoso” es diferente del menú que tiene más opciones. Pero cuando nos rendimos ciegamente a los menús que nos dan, es fácil perder la noción de la diferencia:

  • ¿Quién esta libre esta noche para pasar el rato? . Se convierte en un menú de las últimas personas que hemos chateado ( A quien podríamos enviarles un mensaje )
  • ¿Qué esta pasando en el mundo? – Se convierte en un menú con feeds de noticias.
  • ¿Quién esta soltero para una cita? – Se convierte en un menú de caras para deslizar sobre Tinder (En lugar de eventos locales con amigos o aventuras urbanas cercanas)
  • Tengo que responder este email. – Se convierte en un menú de respuestas cortas ( En lugar de potenciar otras formas de comunicarse con esta persona)
Todas las interfaces de un usuario son Menús. ¿Que sucede si su cliente de correo le potencia otras formas de comunicarse, en lugar de “¿qué mensaje desea volver a escribir?” (Diseño por Tristan Harris)

Cuando nos levantamos en la mañana y revisamos el teléfono para ver una lista de notificaciones, esto enmarca la experiencia de “despertar en la mañana” en torno a un menú de “todas las cosas que me perdí desde ayer”.

Una lista de notificaciones cuando nos despertamos por la mañana: ¿Que tan poderoso es este menú de opciones cuando nos despertamos? ¿Refleja lo que nos importa?.

Al dar forma a los menús que elegimos, la tecnología secuestra la forma en que percibimos nuestras elecciones y las reemplaza por otras nuevas. Pero cuanto más prestemos atención a las opciones que se nos ofrecen, más notaremos cuando en realidad no se alineen con nuestras verdaderas necesidades..

Secuestro #2: Pon una maquina tragamonedas en un billón de bolsillos.

Si eres una aplicación móvil, ¿Como podrías tener a la gente atrapada?. Conviértete en una maquina tragamonedas.

El promedio de las personas revisa sus teléfonos 150 veces al día. ¿Porqué hacemos esto? ¿Estamos haciendo 150 elecciones conscientes?

¿Que tan a menudo revisas tu correo al día?

La principal razón del porqué, es el ingrediente #1 en la psicología de las maquina tragamonedas: Recompensas de intermitencia variable.

Si deseas maximizar la adicción, todo lo que necesita un diseñador tecnológico es vincular una acción del usuario (como tirar la palanca) con recompensas variables. Tiras de la palanca e inmediatamente recibe una recompensa tentadora (Un match, un premio!) o nada. La adicción se maximiza cuando la tasa de recompensas es más variable.

¿Este efecto realmente funciona con las personas? Si. Las máquinas tragamonedas ganan más dinero en los Estados Unidos que el béisbol, las películas y los parques temáticos combinados. En relación a otros tipos de juegos de azar, las personas se “involucran problemáticamente” con las maquinas tragamonedas 3-4 veces más rápido según la profesora de la NYU, Natasha Dow Schull, autora de Addiction by Design.

Imagen por cortesía de Jopwell.

Pero aqui tenemos la desafortunada verdad: Varios miles de millones de personas tienen una máquina tragamonedas en el bolsillo:

  • Cuando sacamos nuestro teléfono del bolsillo, estamos jugando con la maquina tragamoneda para ver qué notificaciones hemos recibido.
  • Cuando refrescamos nuestro correo, estamos jugando con la maquina tragamonedas para ver que nuevo correo hemos recibido.
  • Cuando actualizamos las noticias de instagram , deslizando nuestro dedo hacia abajo, estamos jugando con la maquina tragamoneda para ver cual es la imagen siguiente.
  • Cuando elegimos un rostro en Tinder, deslizando nuestro dedo hacia la derecha o izquierda, estamos jugando con la maquina tragamoneda para ver si hemos hecho un match.
  • Cuando tocamos el número de notificaciones en rojo, estamos jugando con la maquina tragamoneda para ver que tenemos bajo la notificación.

Las aplicaciones y los sitios web salpican recompensas de intermitencia variable en todos sus productos porque es bueno para el negocio.

Pero en otros casos, la maquina tragamoneda surgen de manera accidental. Por ejemplo, no existe una corporación maliciosa detrás de todos los correos electrónicos que conscientemente eligiera convertirla en una maquina tragamonedas. Nadie se beneficia cuando millones revisan su correo y no hay nada ahí. Tampoco los diseñadores e Apple y Google querían que los teléfonos funcionaran como máquinas tragamonedas. Surgió por accidente.

Pero ahora, compañías como Apple y Google tienen la responsabilidad de reducir estos efectos, convirtiendo el efecto de recompensas de intermitencia variable en algo menos adictivo, más predecibles y con un mejor diseño. Por ejemplo, podrían ayudar a las personas a establecer tiempos predecibles durante el día o la semana para cuando quieran revisar las aplicaciones del tipo “maquinas de tragamonedas” , y en consecuencia, ajustar cuándo se entregan nuevos mensajes para alinearse con esos horarios.

Secuestro #3: Miedo a perderse algo importante (FOMSI en ingles – Fear of Missing Something Important).

Otra formas en que las aplicaciones y aplicaciones móviles capturan la mente de las personas es induciendo un “1% de probabilidad” que te puedas perder algo importante.

Si te convenzo que soy un canal con información importante, mensajes, amistades o una potencial oportunidad de sexo , te será difícil que me desconectes, canceles tu suscripción o elimines tu cuenta, porque (Aha! Gane) podrías perderte de algo importante:

  • Esto nos mantiene inscritos a canales de noticias incluso después de que no nos entregue beneficios recientemente (“¿Y si me pierdo un nuevo anuncio?)
  • Esto mantiene como “amigos” a personas con las que no hemos hablado en mucho tiempo (“¿Y si me pierdo algo importante de ellos?)
  • Esto nos mantiene deslizando rostros en las aplicaciones de citas, incluso cuando no hemos tenido una cita en un tiempo (“¿Y si me pierdo un Match al que le guste?”)
  • Esto nos mantiene usando las redes sociales (“¿Y si me pierdo esa importante noticia o me quedo atrás de lo que hablan mis amigos?”)

Pero si le hacemos zoom a ese miedo, descubriríamos que es ilimitado: Siempre perderemos algo importante en cualquier momento cuando dejemos de usar algo.

  • Hay momentos mágicos en Facebook que echaremos de menos por no usarlo durante seis horas. (Por ejemplo, un viejo amigo que visita la ciudad justo ahora).
  • Hay momentos mágicos en que echaremos de menos Tinder (ejemplo: nuestra pareja soñada) al no deslizar nuestro match número 701.
  • Hay llamadas de emergencia que perderemos si no estamos conectados 24/7.

Pero vivir en todo momento con el miedo a perderse algo, no es cómo estamos hecho para vivir.

Y es sorprendente lo rápido que, una vez que abandonamos ese miedo, nos despertamos de la ilusión. Cuando nos desconectamos por más de un día, apagamos esas notificaciones, o nos vamos de campamento (Camp grounded), las preocupaciones que pensamos que tendríamos en realidad no suceden.

No extrañaremos lo que no vemos.

La idea, “¿Que pasa si me pierdo algo importante?” es generada al momento de desconectarse, cancelar la suscripción, o apagar todo, no después. Imagina si las empresas tecnológicas reconocieran esto, y nos ayudaran ajustando pro activamente nuestras relaciones con amigos y negocios en términos de como definimos el “tiempo bien gastado” en nuestras vidas, en vez de definir términos en “lo que podría perder”.